01 Ago Bótox: una solución efectiva para el bruxismo
¿Sabías que el bruxismo es un trastorno que padece más del 70% de la población? Además, el estrés y los trastornos del sueño son las principales causas que provocan esta patología. En definitiva, ese molesto rechinar de los dientes mientras dormimos es algo muy habitual y no son pocas las personas que acuden a Centros Médicos Estéticos en Madrid para tratarlo. Y es que el bótox es uno de los tratamientos estrella que los especialistas proponen para tratar este problema.
¿Por qué se produce el bruxismo y qué consecuencias tiene para la salud?
Las causas del bruxismo no son conocidas por completo, pero numerosos estudios confirman que el factor desencadenante más importante es el estrés. No obstante, existen otras causas que también contribuyen a su aparición, como una alimentación inadecuada, mala alineación dental, trastornos del sueño, etc.
Los desencadenantes pueden incluir desde la alteración de la ATM ( articulación temporomandibular), hasta la aparición de dolores de cabeza y cervicales, llegando a producir, en el peor de los casos, trastornos de audición.
¿Cómo ayuda el bótox a acabar con el bruxismo?
Férulas de descarga, antidepresivos tricíclicos y benzodiacepinas, terapias oclusales irreversibles… La lista de tratamientos para acabar con el bruxismo y limitar sus efectos destructivos es amplia. Sin embargo, estos tratamientos tienen diferentes grados de eficacia. Además, algunas de estas soluciones se enfocan más en los síntomas que en la etiología.
Por suerte, las asociaciones médicas han dado en la tecla correcta en los últimos años, demostrando que las inyecciones de toxina botulínica (bótox) en los músculos hipertrofiados o con contracciones potentes ofrecen extraordinarios resultados. Concretamente, nos referimos a la toxina botulínica tipo A (TB-A).
¿Cómo funciona el bótox como tratamiento frente al bruxismo?
Las inyecciones de TB-A proporcionan los siguientes beneficios para el paciente:
- Inmediatez, provocando la relajación muscular tras la inyección. Concretamente, el efecto clínico puede observarse a partir de la primera semana después de la inyección inicial.
- Disminución de la contracción muscular excesiva en los músculos maseteros, tanto en reposo como durante la masticación.
- Duración prolongada de sus efectos en el primer tratamiento (hasta 6 meses), siendo más duradero a medida que se aplican nueva dosis.
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