15 Mar ¿Existe la lipoescultura no invasiva?
De los pacientes que quieren someterse a una lipoescultura, no son pocos quienes tienen sus reservas. Y es que los tratamientos invasivos son una de las principales causas por las que las personas acaban por descartar su plan de belleza, razón por la que aumentan los cursos de medicina estética en Madrid centrados en formar especialistas en este tipo de técnicas cada vez más demandadas.
¿Es tu caso y quieres acabar de una vez por todas con la grasa localizada? Si la respuesta es afirmativa, tenemos buenas noticias: ¿has oído hablar de la hidrolipoclasia ultrasónica? En las siguientes líneas, te contamos más sobre lo que este tipo de liposucción sin cirugía puede hacer. ¡Presta atención!
Adiós a la grasa localizada sin cirugía
La grasa localizada es un problema estético que en muchos casos ni la dieta estricta ni el ejercicio terminan de eliminar por completo. Esta se presenta en forma de cúmulo de tejido adiposo en determinadas regiones del cuerpo como pueden ser glúteos, brazos, costados de la cintura, etc. ¿Cómo eliminarla sin cirugía? Pues bien, la respuesta la tiene la hidrolipoclasia, también conocida como liposucción sin cirugía.
Ventajas de la hidrolipoclasia
La hidrolipoclasia es un tratamiento con un alto porcentaje de satisfacción entre los pacientes, entre otras razones porque:
- Los resultados son visibles de inmediato. De hecho, es un procedimiento cuatro veces más rápido que la cavitación médica
- Consigue eliminar hasta 4 cm de grasa localizada.
- La duración del tratamiento no supera los 60 minutos por zona y sesión, siendo no solo efectivo, sino muy rápido.
- Únicamente requiere anestesia local.
- Los procesos de recuperación son inmediatos, si bien durante el tiempo que dure el tratamiento se debe adoptar una dieta baja en grasa y alcohol para favorecer la metabolización de la grasa liberada.
¿Cómo funciona el tratamiento?
La hidrolipoclasia ultrasónica rompe el adipocito (célula que contiene grasa), de modo que la grasa de su interior queda liberada y se elimina del organismo vía linfática y venosa, metabolizándose en el hígado.
El primer paso en el proceso es el marcado de la zona a tratar, sobre la que posteriormente se inyecta suero fisiológico con baja osmolaridad (que es una medida que determina la concentración total de sustancias en disoluciones médicas). Esta solución acaba rompiendo la célula que contiene la grasa.
Realizado este paso, el especialista aplica una faja post-liposucción para favorecer el moldeado de la nueva figura.
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