Tratamiento de la hiperhidrosis

Tratamiento de la hiperhidrosis

La sudoración excesiva es un problema que afecta a una parte muy reseñable de la población: hasta un 3%, de acuerdo con algunos estudios, con distintos grados de severidad y zonas de incidencia: principalmente las axilas, las plantas de los pies, las palmas de las manos y también el rostro. Lo que aún no conocen muchas de las personas que sufren esta patología es que se trata de un problema tratable y no tienen por qué resignarse a la incomodidad física y psicológica que les puede acarrear. ¿Qué soluciones podemos ofrecer desde las clínicas de medicina estética en Madrid a la hiperhidrosis?

Uno de los tratamientos más aconsejados es la administración de toxina botulínica, un caso paradigmático de una sustancia conocida por una aplicación específica pero que puede ofrecer grandes beneficios en otros contextos como el que nos ocupa. Mediante una sencilla intervención ambulatoria sobre las zonas afectadas se consigue bloquear las glándulas sudoríparas, logrando un efecto rápido y altamente eficaz que puede durar en torno a los nueve meses de media. El índice de satisfacción de los pacientes que se someten al tratamiento de toxina botulínica es muy elevado, y es posible continuar con la actividad habitual de forma inmediata.

Para los diagnósticos de hiperhidrosis de grado más leve, hay alternativas de carácter tópico, como las soluciones de cloruro de aluminio o metenamina, y también tratamientos basados en estímulos eléctricos: la conocida como ionoforesis. Por el contrario, para los casos más graves existe la posibilidad de realizar una intervención quirúrgica local con la que extirpar directamente las glándulas sudoríparas de las áreas en las que se sufra la hiperhidrosis.

Por otra parte, cabe reseñar que es posible sufrir de problemas de sudoración de carácter no genético ni crónico, sino como consecuencia derivada de otras patologías. Entre las causas encontramos desde las infecciones bacterianas o micóticas hasta trastornos psicológicos como la ansiedad. Es lo que se conoce como hiperhidrosis secundaria. Resulta fundamental identificar estas posibilidades antes de emprender un tratamiento específico.

Desde la Asociación de Medicina Estética de Madrid recomendamos acudir a un profesional de confianza que pueda estudiar las particularidades de cada caso y asesorar al paciente de forma personalizada.



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