¿En qué zonas del cuerpo se pueden aplicar rellenos dérmicos?

rellenos dérmicos

¿En qué zonas del cuerpo se pueden aplicar rellenos dérmicos?

Los rellenos dérmicos se han convertido en una de las soluciones más efectivas para el rejuvenecimiento facial. Los centros médicos estéticos de Madrid aplican de forma habitual este tipo de tratamientos en diferentes zonas del rostro, utilizando para ello sustancias como el ácido hialurónico, entre otras. Es muy común tener dudas en torno a qué zonas exactamente son adecuadas para aplicar este tipo de tratamientos. Por eso, a continuación, hacemos un breve repaso por las más comunes.

Rellenos dérmicos en el rostro

Son quizás los más conocidos. Se aplican con ácido hialurónico u otras sustancias naturales reabsorbibles, que hidratan y revitalizan la piel, normalmente para mejorar la apariencia y eliminar ojeras, patas de gallo, líneas de expresión, arrugas alrededor de los labios, como relleno y para hidratar los labios, en los pómulos, o para redefinir el óvalo de la cara, por ejemplo.

Otras zonas en las que aplicar rellenos dérmicos

Aunque es muy común aplicar este tipo de tratamientos para el rejuvenecimiento del rostro, también hay otras zonas del cuerpo en el que pueden ser adecuados, como las manos y el escote. Los rellenos dérmicos actúan restaurando el volumen de la piel que se ha ido perdiendo con el envejecimiento, aportando una apariencia más juvenil a la misma.

Otros lugares en los que se pueden aplicar, son los lóbulos de las orejas. En algunos casos los lóbulos presentan los aros pesados, la piel flácida, de modo que pueden arrugarse y caerse con el paso del tiempo, y los rellenos son una excelente solución.

Por otro lado, aplicados en las plantas de los pies, los rellenos dérmicos pueden ayudar a aliviar algunas dolencias derivadas, sobre todo, del uso excesivo de tacones.

En la Asociación de Medicina Estética de Madrid, recomendamos acudir a centros médicos estéticos de confianza con el fin de que sea un especialista el que pueda valorar el problema y ofrecer la mejor solución, así como decidir cuál es la sustancia más adecuada con la que hacer los rellenos dérmicos en cada caso.



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